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Crítica- Creature with the atom brain (1955)

“Zombies primigenios que no son usados mediante el vudú sino por radiaciones”

Edward L. Cahn fue un prolífico director, poco reconocido en su tiempo, que nos legó interesantes joyitas de Serie B, tales como The she- creature, 1956, It!, the terror from beyond, 1958, o La invasión de los hombres del espacio, 1957. Aunque fue esta su debut dentro del cine fantástico, contó para ello con un guión del interesante Curt Siodmak, autor de otros libretos como El hombre lobo, 1941, Yo anduve con un zombie, 1943, o The magnetic monster, 1953, que también dirigiría. Y es que igualmente dirigió algún título de serie B de la época, como el ya citado o Curucu, beast of the Amazon, 1956.

El reparto está formado por habituales de la serie B de los cincuenta, así está encabezado por todo un Richard Denning, visto en Objetivo la Tierra, 1954, o La criatura de la laguna negra, 1954, S. John Launer, [The werewolf, 1956, o Yo fui un hombre lobo adolescente, 1957], y Michael Granger, [The magnetic monster, 1953], aparte nos encontramos a Tris Coffin, [Ladrón de cuerpos, 1942], a Gregory Gaye, [Missile monster, 1958], Angela Stevens, [Without warning!, 1952], o Charles Evans, [La tierra contra los platillos voladores, 1956].

El Capitán Dave Harris investiga unos casos de homicidio y pide ayuda a su amigo el Dr. Chet Walker ya que los asesinos parecen ser inmortales o muertos vivientes. Así el Dr. Walker conseguirá descubrir que los criminales tienen una fuerza sobrehumana y que están revividos mediante radiación. Al parecer un médico nazi guiado por el gangster Frank Buchanan están asesinando a los enemigos de este. Ahora el Dr. Walker deberá detenerlos para salvar a su propia familia.

Pequeña joyita de los cincuenta que mezcla a partes iguales el cine policiaco con el de ciencia ficción e introduce elementos zombies que posteriormente utilizaría el gran Romero en su cine. Ya nada mas empezar vemos a un muerto viviente con una gran herida en el cráneo asesinando de forma brutal a un gangster y no sufrir los efectos de las balas de sus hombres. Además esta primera muerte se nos muestra en sombras, muy al estilo de la Universal, resultando realmente brutal. Y es que el guión de Siodmak era muy potable y el bueno de Cahn supo conseguir llevar a cabo una pequeña joya aún sin contar con un amplio presupuesto.

De todas formas demuestra unas grandes dotes como director, rueda diversos planos secuencia de forma muy acertada, ahorrando así en gastos. Mezcla una banda sonora interesante, juega con una fotografía limpia, y goza de un montaje aceptable. ¿Que más se puede pedir?

Como siempre los perfiles son algo típicos, impagable el del Dr. Walker que cada vez que habla técnicamente, cual erudito, hace uso de su pipa de fumar, como para darle un tono más aristocrático. Richard Denning lo interpreta con gran eficacia, otro de los grandes aciertos de este film son las buenas interpretaciones que podemos ver en él. Nadie sobreactua, algo realmente importante ya que en la Serie B de la época era algo demasiado habitual, cada cual trata de solventar lo mejor que puede su personaje. Por cierto, destacar igualmente el perfil de Joyce Walker, la mujer sumisa del Dr. walker que resulta una perfecta ama de casa, con delantal incluido, que trata de exponer claramente el “american way of life” tan en boga en estos años.

Cahn no olvida en ningún momento el componente terrorífico y policíaco, estando ambos unidos de forma muy efectiva. Además no hace ascos a mostrarnos a sus criaturas, que no dejan de ser humanos con una herida en la cabeza, como si de un corte se tratase para extraer el cerebro, cuantas veces habremos visto este efecto.

Y es que esta cinta a inspirado mucho a Romero y por consiguiente al cine zombie moderno, alejándose en cierto modo del vudú, aún conservado la fuerza sobrehumana y el dominio de algún malhechor. Encima Buchanan puede ver en un monitor lo que sus muertos vivientes ven y hasta puede comunicarse mediante algún tipo de altavoz incorporado en los mismos, una auténtica gozada para el aficionado que se queda del todo sorprendido del gran efecto conseguido.

Para colmo el final es muy intenso, el acaecido para el Capitán Harris es muy sorprendente y toda la lucha final en el laboratorio nos deja muy satisfechos de una película directa que en sus escasos 70 minutos. Otro clásico de las serie B de la época, nos deja con una amplia sensación de haber disfrutado de un gran trabajo.

Zombies primigenios que no son usados mediante el vudú sino por radiaciones, además tenemos un Mad Doctor nazi que es el encargado de este “milagro”. Solo por esta trama la cinta ya gana enteros, pero gracias a la pericia de Edward L. Cahn y el buen guión de Curt Siodmak debemos colocar a esta producción donde se merece, dentro de las mejores propuestas cinematográficas de muertos vivientes pre- Romero. Menos infectados y mas recordar a los zombies primigenios.

Óscar Arias

La Mansion del Terror - 6.9

6.9

Género; Zombies - Mad Doctor - Venganza - Serie B

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