Crítica- El actor del terror (1983)

“Slasher ochentero con magia negra que cumple, poco mas”

Dirigida por Norman Thaddeus Vanne, que co-dirigiò The black room y acaba de rodar You`re so dead y protagonizada por Ferdy Mayne al que hemos visto en bastantes cintas de género tales como Masters of Venus, El baile de los vampiros, Las amantes del vampiro, The vampire happening, Conan, Aullidos 2, etc, y Jeffrey Combs en uno de sus primeros papeles dentro del género que le daría tanto y que el tanto nos daría.

Conrad Radzoff es un actor mayor de cine de terror, pero su vida se està consumiendo y morirá sin antes haber eliminado sàdicamente a un par de directores. Una vez muerto su mujer enseña unas imágenes que Conrad habià grabado antes de morir, como su último gran epitafio. Pero un grupo de jóvenes secuestra el cuerpo muerto de Conrad para hacer una fiesta esa misma noche y su mujer al descubrirlo recurre a la màgia negra lo que consigue levantar a Conrad de la tumba hasta con poderes y, claro, comenzarà a dar muerte a los jóvenes que robaron su cuerpo y no descansarà hasta conseguirlo.

Curioso slasher ochentero con elementos de màgia negra, lo único malo es que toda la idea principal del actor mayor criticado estaba hecha en Matar o no matar con Vincent Price y claro, esta no esta a la misma altura y es una pena porque la cinta es buena pero recuerda tanto a esa otra, en sus inicios, que le quita transcendencia.

El resto ya mejora, no el robo del cadáver, que también està sobado, sino el despertar usando la magia y asesinar como buen slasher a todos los adolescentes inútiles. Que forman el típico grupo con el jefecillo, el gracioso, las chicas gritonas y la única que se salva. Como no, es una de las chicas, vamos usando todos los tópicos que tanto nos gustan.

Las actuaciones son decentes, sin màs, quizá Ferdy Mayne este algo sobreactuado pero quizá es debido a la dirección de actores, quien sabe. Los adolescentes hacen su papel sin mayor gloria. Hay muertes algo sádicas pero le hecho en falta algo màs de gore y algo màs de tiempo de metraje en las muertes que pasan algo aceleradas, no el momento de tensión antes de la muerte pero si esta en el justo momento.

La atmósfera està conseguida pero queda algo sucia, no se como explicarlo, siendo una fotografía oscura queda excesivamente oscura y por momentos perdemos algunos detalles del paisaje o las actuaciones, una làstima.

Por cierto, otra comparación sería cuando los adolescentes roban el cadáver y se lo llevan en el coche que recuerda a Children shouldn`t play with dead things, no solo por el acto sino por las formas, buen detalle por cierto.

Otra cinta ochentera para pasar el rato con unas palomitas y poco màs ya que pudiendo haber sido algo màs potente se queda en terreno neutral y solo entretiene, y no todo el rato. Aunque siempre es interesante ver los comienzos de actores como Jeffrey Combs que tantos buenos momentos de cine nos ha dejado, al igual que Ferdy Mayne que, aunque pocas, tiene grandìsimas incursiones también. Así que ya sabéis, para pasar el rato.

Óscar Arias