Crítica- El territorio de la bestia (2007)

“Floja cinta de cocodrilos”

Después de la afamada Wolf creek Greg McLean vuelve a rodar una cinta de terror, en esta ocasión basándose en una antigua leyenda australiana acerca de un cocodrilo, vamos que no abandona su tierra natal. De hecho actualmente está en preparativos de la secuela de Wolf creek. Encabezando el reparto tenemos a Radha Mitchell, Silent hill o Pitch black, y a Michael Vartan, al cual no hemos visto en otros terrores. Del resto del elenco podemos destacar a John Jarratt, el killer de Wolf creek, Sam Worthington, Terminator salvation, y a Robert Taylor, Storm warning.

Correcta sinopsis, aunque comete algún error. De hecho los turistas encallan al ir a ver una llamada de socorro, es ahí cuando son atacados por la bestia. Allí comenzarán las discusiones debido a que el islote se sumergirá en el lago en horas, entonces tendrán que hacer frente a la bestia o tratar de encontrar alguna manera de escapar, aunque parece que la bestia quiere a todos los turistas para su despensa.

Floja cinta de cocodrilos, me cuesta creer que a tanta gente le haya gustado tan floja cinta de los brutales saurios. Quizá es que no hayan visto demasiadas cintas relacionadas o simplemente los telefilms, bastante flojos en su gran mayoría, y es que el cocodrilo consiguió hace ya años ser uno de esos monstruos marinos temidos por todos. Sus primeras apariciones surgieron a colación del éxito de Tiburon, pero pronto consiguió crear un subgénero, donde hemos tenido algunas brutalidades realmente extremas, como Cocodrilo asesino ya que esta, por mucho que vendan una edición Unrated, es bastante light.

Ciertamente mantiene buenas calidades técnicas pero la creación de atmósferas, y algunos fallos de continuidad, no la hacen ningún favor. La decisión de Greg McLean de mostrarnos en muy pocas ocasiones al cocodrilo me parece un error, además cuando lo vemos no resulta tan sorprendente ni terrorífico, solo nos sorprende por el movimiento de la cámara, al estilo actual que no deja ver absolutamente nada. Como odio este efecto que solo se basa en el susto fácil.

Para colmo la sangre es bastante escasa, y aunque Greg McLean consigue crear tensión en diversos momentos no acaba de crear una cinta redonda que nos sorprenda.

Los personajes tienen perfiles algo toscos, en algunos casos resultan realmente patéticos y al no estar trabajados, o mejor dicho mostrados. Las distintas reacciones de los distintos personajes no acaban de cuadrar y algunas de ellas, aún siendo entendibles, resultan muy toscas y absurdas. Por ejemplo, la decisión del padre de pasar a través de la cuerda por encima del lago, increíble. Aparte las actuaciones son bastante normalitas.

Otro detalle que no me gustó fue lo que tarda la acción en aparecer, casi hasta la mitad de la cinta no pasa nada y solo vemos a unos turistas de viaje por un rió. Pero cuando por fin la cosa se anima no pasa gran cosa, y Greg McLean no consigue despertar al aficionado.

El final es interesante, aunque le falta consistencia y las licencias que se toma Greg McLean no ayudan en demasía, no comprendo porqué Kate sigue viva, cosas del cine. Además en esta parte final esperaba ver mas al cocodrilo o al menos ver cadáveres muertos, o algo de gore que animase el cotarro, pero no. Solo un mordisco algo desangelado a la mano de Pete y poco mas. Eso si, la forma de matar al cocodrilo, siendo muy fantasiosa, me resultó muy buena, aunque otro montaje hubiese sido mas apropiado.

El último trabajo de Greg McLean, director australiano que está en el punto de mira de críticos y aficionados, pero para bien, aunque a mi aún no me ha convencido. A sus cintas las veo que les falta mas acción y continuidad, si reconozco que maneras tiene, pero no tiene la suficiente mala leche, o quizá valor, para dar un buen golpe en la mesa, y por mucho que esta tenga críticas decentes a mi me resultó un trabajo algo pobre sobre un terrible, que no lo resulta tanto, cocodrilo.

Óscar Arias