Crítica- Hermanas (1973)

“Gran pastiche hitchconiano del mejor de sus imitadores, Brian de Palma”

Hablar de Brian de Palma es hablar de uno de los grandes directores debido a su gran destreza como director y su cantidad de títulos imprescindibles. Veamos así, esta que nos ocupa, Hermanas, o El fantasma del paraíso, Carrie, Fascinación o Vestida para matar, todo un repertorio de buen cine. Aunque sí, De Palma siempre fue tenido como un imitador del maestro Hitckock, pero qué queréis que os diga, con un toque tan personal que consiguió crear un estilo propio y unos títulos del todo maravillosos.

Hermanas viene a ser un refrito hitchconiano de títulos como Psicosis, 1960, y La ventana indiscreta, 1954, con elementos de La soga, 1948, o Vértigo, 1958, aparte de unos momentos que parecen sacados de la mítica Freaks de Tod Browning.

El reparto es muy reconocible por parte del espectador, así el protagonismo recae en Margot Kidder, la mítica Lois Lane de Superman, que está acompañada de William Finley, visto en El fantasma del paraíso del propio De Palma, el veterano, y recientemente fallecido, Charles Durning, visto en La oscura noche del espantapájaros en 1981, o en Los crímenes del rosario en 1987, Barnard Hughes, siempre recordado por su papel en Jóvenes ocultos en 1987, o Jennifer Salt, vista el año anterior en la curiosa Gargoyles, y Lisle Wilson, que participó en Viscosidad en 1977.

La historia es del todo hitchconiana. Siendo esta una especie de híbrido intencionado de Psicosis y La ventana indiscreta, como apunté antes. Este matiz siempre fue el causante de que muchos críticos, y aficionados puristas, nunca se tomasen en serio el trabajo de De Palma, al que catalogan de simple imitador. Pero es que De Palma va más allá de la simple copia. Ya que si bien es cierto que toma demasiados elementos del cine de Hitckock, los mezcla de manera magistral. De hecho este título, aún visto cuarenta años desde su estreno, sigue siendo fresco y mantiene una cierta tensión, vamos, no ha envejecido excesivamente mal.

Además las diversas interpretaciones son de gran altura. Margot Kidder está espléndida como pshyco, muy al estilo Psicosis, sí. Pero aparte de un gran perfil, Margot realiza una interpretación maravillosa, la cual hay que ver en versión original para disfrutar así de su acento francés. Y es que lo borda. Además, su compañero interpretado por William Finley, le da un contrapunto maravilloso. Finley tenía un rostro y una mirada tan poderosa como aterradora, y De Palma le supo sacar todo el partido posible, y vaya si lo consigue. Y cómo no hablar de Jennifer Salt, nuestra James Stewart de “Hermanas”. Con toques muy de la época, impagable la frase de “No necesito policía, sé karate”. Aunque su personaje tenga momentos demasiados forzados al final de la cinta.

Lo más curioso en este pastiche es el buen ritmo que consigue De Palma durante todo el metraje. Cuando parece que el guión decae, De Palma nos sorprende de la forma más interesante posible. Por otro lado apuntar que el asesinato es brutal, y bastante gráfico, además de estar muy bien rodado. Increíble Margot Kidder, por cierto.

Los planos partidos que vemos durante la cinta quedan igualmente de fábula, la escena del detective, casi calcada de La ventana indiscreta, es muy poderosa, o la referente al tramo final en el manicomio, que nos dejará a todos muy sorprendidos de todo lo acontecido. Y es que el gran acierto de esta cinta es su buen ritmo, y su buena forma de entremezclar elementos de títulos de culto para así crear una película que, para un servidor, debe ser considerada de culto igualmente.

No puedo dejar de apuntar el momento homenaje a Freaks. Entremezclando bizarrismo y LSD, maravilloso. Todos esos planos grabados en sepia son excepcionales, y dan una fuerza al tramo final que todavía 40 años después sigue sorprendiendo.

Tampoco puedo obviar la magistral banda sonora de Bernard Herrmann, el cual vuelve a demostrar que es uno de los grandes compositores de todos los tiempos. Si tenéis ocasión de escuchar esta BSO hacedlo, no os arrepentiréis. La fotografía y el montaje, por otra parte, cumplen. Quizá eché en falta una fotografía más valiente, pero la verdad es que no tiene porqué destacar más de lo que lo hace.

Y de la dirección de De Palma qué decir, que es posiblemente el mejor de los cientos de imitadores de Hitckock, y que nadie consiguió ponerse a su altura. En este título, uno de los primeros en su carrera, demuestra esta afirmación. Así, haciendo un pastiche hitchconiano, logra crear una película muy a tener en cuenta, y la cual debería tener más fama de la que tiene. Aunque claro, De Palma tiene demasiados grandes títulos. Pero desde luego esta cinta hay que verla y disfrutarla. Como apunte comentaros que se rodó un remake en 2006, el cual fue dirigido por todo un Douglas Buck, el director de los geniales cortos que formaron “Cutting moments”, y la cual no he podido ver aún, pero estoy en ello.

Óscar Arias