Crítica- Hidden: Terror en Kingsville (2015)

“Tramposa cinta apocalíptica, con final sorprendente pero demasiado drama y poca acción”

El salto al largometraje de The Duffer Brothers, Matt y Ross, después de haber rodado un par de cortos de género, es un pequeño presupuesto avalado por la todopoderosa Warner Bross, primera sorpresa. Y son varias las sorpresas que nos deparará este título. Pero prosigamos.

El libreto también es obra de los hermanos, y el reparto está formado por tres actores, principalmente. El padre, Alexander Skarsgård, visto por “Battleship” (2012), o “The giver” (2014), la madre, Andrea Riseborough, que recientemente ha participado en “Birdman” (2014) u “Oblivion” (2013), y la hija, Emily Alyn Lind, a la que ya hemos visto por “Enter the Void” (2009) o “Exorcismo en Georgia” (2013).

La historia nos muestra a una familia que está encerrada en un refugio poco después de haberse producido un “apocalipsis”, aunque con el paso del tiempo iremos averiguando qué ha sucedido, y no seré yo quien desvele la trama.

Kingsville, la ciudad donde viven, ha sido puesta en cuarentena y al ser atacada por el ejército la familia se acaba escondiendo en un refugio. Y lo hace de los “respiradores”, unos monstruos, o vete tú a saber qué, que les acechan.

Pero esto no es del todo real. De hecho en esta reseña tendré un apartado de spoiler, ya que así lo merece. De no hacerlo estropearé la, muy interesante, sorpresa final. Interesante que no sorpresiva, que no es lo mismo. Este tipo de cambios ya lo hemos visto, pero, me repito, no por no ser original es menos acertada. Y desde luego que el final de la película, y el conocimiento de la trama, es toda una sorpresa. Más aún en unos tiempos de cine excesivamente alienado por los cánones impuestos por las majors.

Así que primero hablaré de los rubros técnicos. Y aquí The Duffer Brothers saben lo que se hacen. Aunque he de reprocharles que un poco más de ritmo en la primera media hora de metraje hubiese ayudado. Porque uno de los lastres de este título es la lentitud durante toda la presentación de personajes y la trama. Se podría, ¿debería?, haber realizado de forma más dinámica, o quizá directa.

La fotografía, siendo buena y cuidada, abusa en ciertos momentos de excesiva oscuridad. Siempre diré que la oscuridad tiene luz, y que solo la negrura no tiene, al ser la ausencia de la susodicha luz. De hecho es más difícil iluminar una noche oscura que una clara, y en este título tenemos algunos momentos donde se abusa del oscuro más profundo. Aunque sí quiero destacar la fotografía del exterior del refugio, con tonos grisáceos realmente poderosos y muy bien trabajados.

La banda sonora me pasó del todo desapercibida, no me quedé con ni un solo acorde, lo cual no dice demasiado bueno de la misma. Y en cuanto al montaje, simple y efectivo, como la puesta en escena. No hay que volverse loco para recrear un espacio claustrofóbico, y este es otro de los aciertos de la cinta.

Otro de los aciertos es el casting. El trío protagonista, el cual tiene todo el peso de la cinta, cumple perfectamente. Destacar especialmente a la niña, Emily Alyn Lind, la cual realiza una interpretación del todo destacable.

Así, aunque la trama parece estar suspendida en un hálito de misterio, de a poco, demasiado de a poco, vamos creyendo entender de qué va todo el asunto. Así después de un buen rato la acción hace acto de presencia. Aunque, como ya dije, toda esta primera parte es algo lenta.

Cierto es que los directores tratan de ponernos en situación. Puro survival. El agua es un problema, la comida ídem, una sola rata provoca la catástrofe en su refugio, o una serie de normas que les han servido para sobrevivir durante 301 días.

Así, cuando los personajes salen al exterior y comienzan a ser “atacados”, tenemos más dudas que otra cosa. Los flashbacks ayudan bien poco. Y aquí es donde los que no hayan visto este título deberían dejar de leer, aviso.

Porque llegados a este punto las trampas por parte de los directores son algo burdas pero del todo eficaces. Pero cuando llegamos a saber qué está pasando, ni más ni menos que estamos viviendo esta experiencia bajo el prisma de los infectados, porque sí, estamos ante una cinta de infectados, o llamadlos zombies, entendemos dichas trampas. La gran sorpresa hace que pasemos de largo estas trampas, las cuales, posiblemente, no aguanten una segunda revisión, por cierto.

Así, cuando vemos a los soldados todo da un vuelco, de hecho, o bien falta información o los directores obviaron dárnosla para dar más consistencia, que no lo consiguen, a la cinta. Porque un servidor no entendió el porqué de esta pandemia, ni el quehacer de los soldados, la verdad. Aunque, como ya sabemos, el cine zombie/infectado, está repleto de estas “licencias argumentales”. Vamos, mejor no usar la lógica.

Por lo que tenemos una cinta donde lo más destacado es la resolución de la trama, pero a la cual quizá tarde demasiado en desvelarse, o quizá, al desvelarse la falta de luz, pequeño fallo, o el poco metraje que se le ofrece, nos dejen con ganas de algo, bastante, más. Y es que cuando la premisa de la cinta da más que la propia película algo suele fallar. Y a esta le falta algo, no sé muy bien el que, pero algo más le faltó.

Eso sí, The Duffer Brothers se han dado a conocer dentro del cine de género internacional, y tienen la oportunidad de poder demostrar algo más de lo que hicieron en este título, el cual es un buen trabajo, pero al que le sobra trama y falta valentía. Eso sí, esto lo opina un seguidor del terror, quizá los directores se centraron más en el drama, por eso de estar la Warner de por medio. Solo sé que viendo sus trabajos anteriores y el, tramposísimo y desacertado, póster, me esperaba más terror o más de algo…

Óscar Arias