Crítica- La muchacha del sendero (1976)

“Gran pelìcula de suspense de mediados de los setenta”

Dirigida por el especialista francès Nicolas Gessner, que no rodò nada mas relacionado con el gènero, contando con guiòn de Laird Koenig que se basa en su propia novela The little girl who lives down the lane. Con un elenco escaso pero ciertamente interesante, encabezado por una adolescente Jodie Foster, que ese mismo año rodò Taxi driver y que, junto a esta, le sirvieron para dar el salto a Hollywood y ser la actriz que todos conocemos hoy en dìa, afortundamante ha rodado alguna cinta de gènero, como El silencio de los corderos o Contact, y por Martin Sheen, otro de los grandes actores de Hollywood al que hemos visto en Los creyentes o Spawn. Les acompañan un joven Scott Jacoby, Supernaturals, Alexis Smith, Muerte en California, o el compositor Mort Shuman.

Rynn Jacobs se acaba de mudar a una casa de campo con su padre, o eso parece, pronto Mrs. Hallet comenzarà a incomodar a la chica y a querer ver a su padre, lo que no sabe es que Ryan guarda mas de un secreto. Ademàs el hijo de Mrs. Hallet tiene muy mala fama y està incomodando a Ryan que se verà envuelta en la desaparicipòn de su madre, aunque la apariciòn de Mario le supondrà un gran alivio, ademàs comenzarà un estrecha relaciòn con el, aunque Mr. Hallet pretende apoderarse de Ryan.

Una pequeña joyita de mediados de los setenta que al parecer guarda bastante relaciòn con la anterior “A las nueve cada noche” de Jack Clayton, aunque cada una està inspirada en una obra literaria distinta. Es increíble comprobar como con tan pocos recursos se puede conseguir filmar una cinta como esta, sobria y tensa en su justa medida. Con un guiòn muy bueno, ciertamente estudiado, una fotografìa del todo real, algo a destacar por lo poco habitual, una banda sonora fabulosa, como con tan pocas canciones, quizà haya solo dos, que se repiten, en todo el metraje, se puede expresar tanto, y unas interpretaciones fabulosas.

El duelo interpretativo entre Fox y Sheen es soberbio, ambos perfectamente enmarcados en su perfil y realizando una interrpetaciòn de quilate.
Especial menciòn, y ya es decir, merece Jodie Foster, que realiza una interpretaciòn inmejorable, es mas, me atreverìa a decir que es la mejor interpretaciòn de su carrera.

Es curioso comprobar como la direcciòn de Nicolas Gessner es muy pausada, muy deudora de los suspendees de los 30- 40, usando pocas localizaciones. Estamos pràcticamente durante todo el metraje en la casa de Ryan, y manejando la importancia de cada personaje en su momento indicado y en su justa medida. Algo difícilmente visible en otras producciones del tipo, aunque he de reconocer que el paso del tiempo no la ha sentado todo lo bien que cabrìa esperar y tenemos algunos momentos que nos pueden resultar algo tediosos, aunque realmente sirven, y mucho, para la creaciòn de esa atmòsfera extraña que emana de la pelìcula, sobretodo, del personaje de Ryan.

Ademàs hasta veremos una muerte sin querer, que revolucionarà bastante la pelìcula. El personaje de Alexis Smith, Mrs. Hallet, que desespera y cuya muerte resulta una gran sorpresa, decir que tanto Alex Smith como el resto del elenco brillan a gran nivel, aunque no llegan a la maestria del duo protagonista.

Quizà el personaje de Mario se me quedò algo cojo, nunca mejor dicho. Entra en el juego con calzador y se le saca de igual forma, ademàs se involucra en el “mundo” de Ryan como si tal cosa. A destacar esa escena donde ambos se acuestan juntos y vemos un desnudo integral trasero de Jodie Foster, imagino que esa secuencia levantaría ampollas a mas de uno. Aunque en los setenta casi todo valìa.

Menciòn aparte merece el final, de arte y ensayo, o como con dos personajes y una càmara fija se puede mostrar tanto, o mejor dicho tantìsimo. Ademàs el rostro y la mirada de la Foster es embriagadora, ¡de diez¡

Una gran pelìcula de suspense de mediados de los setenta que mezcla elementos de terror psicològico e introduce algùn asesinato y sorpresas varias. Ciertamente la pelìcula ha envejecido algo mal, pero gracias a su banda sonora y las soberbias interpretaciones del dúo protagonistas podemos disfrutar de un producto muy interesante, que nos deja bastante sorprendido por momentos y que resulta del todo recomendable.

Óscar Arias