Crítica- Miedo en la ciudad de los muertos vivientes (1980)

“Brutal cinta de zombies fantasmales del maestro Fulci”

Otro de los grandes tìtulos de Fulci, rodado en su època mas salvaje y para algunos de màximo esplendor. No obstante en los finales de los setenta y primeros ochenta nos legó El destripador de Nueva York, Aquella casa al lado del cementerio, Nueva York bajo el terror de los zombies o El mas alla.

Cuenta con un elenco conocido por el mismo, diversos actores repiten con el, ademàs de ver a otros rostros conocidos del cine de gènero Italiano. Asi nos encontramos a Christopher George, Crucero infernal, Catriona MacColl, Aquella casa al lado del cementerio, Carlo De Mejo, Manhatan baby, Janet Agren, El hombre rata, Antonella Interlenghi, Yeti, el abominable hombre de las nieves, el mìtico Giovanni Lombardo Radice, Cannibal ferox, Daniela Doria, El gato negro, Fabrizio Jovine, Siete notas en negro, Venantino Venantini, Los exterminadores del año 3000, o la apariciòn del director Michael Soavi, La secta, aparte del sempiterno cameo del propio Fulci, que aquì hace de mèdico forense.

Sinopsis bastante acertada, solo añadir que Peter y Mary saben lo que ocurre en Dunwich y una vez allì se encontraràn con Jerry, un psiquiatra, y Sandra que estàn tratando de dar crèdito a lo que estàn viendo. Los muertos recientes de sus amigos o familiares estàn regresando a la vida para asesinar al resto de vecinos, asì el caos se està apoderando de la ciudad, los cuatro se uniràn para tratar de detener la maldiciòn que acecha al pueblo.

Segunda incursiòn en el universo zombie por parte de Fulci, con un guiòn bastante malo, con innumerables toques al universo Lovecraft, pero con unas licencias asombrosas que solo consiguen crear un producto bastante anarquista. Aunque, y nuevamente, Fulci nos legarà un catàlogo gore brutal, sàdico y del todo sorprendente que consigue hacer de esta mediocre pelìcula un titulo de Culto por justicia propia.

El mundo del cine de gènero es asì, Fulci no realiza una direcciòn interesante, de hecho esta puede ser de sus primeras obras mas flojas, aunque hay que reconocerle un mèrito, el saber prolongar distintas escenas que logran dejar al espectador del todo aterrorizado y alucinado, aunque haya otras que estàn alargadas innecesariamente, me refiero, obviamente, a las terrorìficas o gore.

Los perfiles de los personajes son bastante lamentables, el nùcleo protagonista està dividido en dos partes. Una trama, la de Christopher George y Catriona MacColl, que nos deparará la genial secuencia del desenterramiento, brutalmente alargada por un Fulci en estado puro. Y la compuesta por Carlo De Mejo y Janet Agren, que està muy mal planificada y nos deja en innumerables ocasiones a cuadros.

Porque lo que importa, y tiene el màximo interès, es la cantidad y calidad del gore y los elementos terrorìficos, Fulci demuestra que sabe crear cuadros terrorìficos, libres de guiòn claro està, y escenas totalmente repulsivas. Asì veremos a un cura que con su sola mirada logra que una mujer vomite sus intestinos, genial escena, o el castigo del padre a Bob con el taladro. Leì que esto no se entiende pero aquì Fulci si supo meter guiòn diciendo que Bob era el responsable de las muertes de otras chicas, y claro…

Lo que nunca comprendì, otro de esos momentos de Fulci que nade salvo el mismo entiende, son las formas de los zombies, que podrìamos llamar demonios ya que aparecen y desaparecen a voluntad propia, algo del todo increíble. Al menos en sus apariciones revientan, literalmente, distintos cerebros, que no comèrselos, aunque el ataque al bar es mas clásico. Vamos que Fulci hace lo que le va dando la gana, jajajaja.

Lamentablemente el final tiene unos diez minutos de tensiòn màxima, genialmente rodado, làstima que lo estropee de forma tan burda con un final flojo, incoherente y que nos vuelve a demostrar que Fulci, en esa època, solo pensaba en el gore, el resto era una simple escusa. Porque, la verdad, los diez minutos de la cueva son simplemente bàrbaros.

Brutal cinta de zombies fantasmales del maestro Fulci, con un guiòn lamentable tenemos un catàlogo gore bàrbaro que le valiò por si mismo para convertir a este tìtulo en una cinta de Culto, algo que es con total merecimiento. Nuevamente Fulci demuestra que podemos aceptar sus licencias ya que nos ofrece algo mas, brutalidad cinematogràfica sin mas. Yo la recomiendo, aunque aviso que hay que ignorar el guiòn, por cierto, el tema del libro de los muertos lo retomarìa en El mas alla.

Óscar Arias