Juego de muñecas (2014) “Muñecos demoníacos en un trabajo oscuro, pero literalmente hablando”

El mexicano Eduardo Castellanos nos envió su trabajo “Juego de muñecas”, un cortometraje de terror que rodó en el 2014. Para rodarlo contó con un pequeño equipo donde el mismo se encargó del guión, y el reparto está formado, únicamente, por dos mujeres, Ana Lozada, la única protagonista, e Inés Navarrete, que hace un minúsculo papel.

Estamos ante un trabajo que mezcla, sin reparo ninguno, la esencia de títulos como “The ring”, “Poltergeist”, o “Dolls”, pero con unas calidades bastante pobres. Y es que en este aspecto tenemos el gran lastre de este trabajo, el cual podría ser más interesante de no ser por una fotografía pésima. Como me duele decir esto. 

Y es que estamos ante un trabajo oscuro, por no decir negro. Donde se intenta crear tensión con la ausencia de luz, y, muy señores míos, así no funciona el mundo audiovisual, las sombras hay que iluminarlas y trabajarlas. Tenemos planos, directamente, negros, si, como leéis, negros. Por lo que el intento del director de crea tensión, o tan siquiera terror, con trampas clásicas, por cierto, no funcionan ya que no se ve nada. ¡Si hasta las paredes se ven azules en momentos! Cuando en otros se ven blancas o anaranjadas. Mala decisión de temperatura de color y de fotografía. Y si, es un bajo presupuesto, pero este error es demasiado grande, más aún con las herramientas de las que se dispone en la actualidad. 

Del resto del trabajo podemos decir que Castellanos tiene bastante claro que quiere mostrar, y no oculta, en absoluto, sus intenciones. Eso es la enésima película de muñequitos malignos, o demoníacos, vete tú a saber, que atacan a una joven sola en su casa. Bueno, también aparece una amiga/ hermana muerta, al más puro estilo “Dolls” de Yuzna en un momento dado. En una consecución de planos rodados de forma interesante, pero vapuleados por una fotografía atroz. Porque si bien el trabajo no es en absoluto original, si cumple con los cánones del género, algo que agradecer.

Apuntar que los muñecos no son nada reseñables, poco están trabajados o caracterizados. Cosa que tampoco es necesaria, por otra parte. 

Por lo que tenemos un cortometraje menor, que sucumbe a una fotografía demasiado pobre para un título sin pretensiones, pero que trata de ser, al menos, terrorífico. Eso sí, la banda sonora y el montaje cumplen, algo que destacar. Esperemos que el siguiente trabajo de Castellanos pueda verse, y así podamos ver algo mejor sus cualidades, las cuales parece que si existen.