Crítica- Cult, el amuleto maldito (2007)

“Floja cinta de sectas y mezclado con fantasmas”

Segundo largometraje de Joe Knee, que participa en la creación del guión, después de Juego fantasma, 2004, aunque también le debemos diversas producciones como Corten (Hack¡), 2007. El elenco está formado principalmente por jóvenes donde podemos destacar a Rachel Miner, [El efecto mariposa 3, 2009], o a Taryn Manning, [Aullidos 2006], aparte debemos recordar que nuestro malo de turno, Myke Michaels, es un especialista en maquillaje que ha trabajado en bastantes cintas de género, como Área de descanso 2, 2008, o Alien raiders, 2008.

Un antiguo amuleto es el causante de una antigua maldición, ahora Mindy investiga con unos compañeros de clase a una secta, seguidora de dicho amuleto, que provocó la muerte de diversas jóvenes, incluida su madre, 20 años atrás. Lo que no esperan es que el antiguo brujo regrese a la vida debido al extraño amuleto y comience a darles caza para poder llevar a cabo sus terribles planes.

Otro título pseudo underground que misteriosamente ha tenido gran distribución internacional y que, nuevamente, vuelve a ser un bodriete que no se merece dicha distribución ya que hay decenas de mejores productos del estilo. Estamos ante un guión bastante calamitoso que no es salvado ni por la dirección, interpretaciones, ni ningún rubro técnico, es mas lo mas reseñable y acertado es su escasa duración, unos 80 minutos. Pero durante este tiempo hay demasiados momentos tediosos, absurdos e innecesarios, ya que hay poco, quizá su base argumental y alguna muerte aislada, que despierte al espectador. Eso que es un producto del todo típico, otro elemento en su contra es que al haber en el mercado tantísimos productos mejores o menos bodriosos deja a este en un lugar menor.

El elenco realiza unas interpretaciones bastante flojas, en algunos casos nefastas, porque aunque sus perfiles cojeen por doquier ningún actor parece estar involucrado en la producción. Escandaloso el caso de Rachel Miner, la protagonista absoluta, que realiza una interpretación floja, sin fuerza y en absoluto creíble, de hecho solo podría destacar, y gracias, a Taryn Manning.

Curiosamente tenemos algunos homenajes al slasher ochentero, del cual bebe bastante esta producción a medio camino del slasher y el clásico film de fantasmas y sectas. Es decir poca o nula originalidad, encima teniendo muertes violentas, e incluso gore, no llegan a impresionar al espectador, sobretodo debido a la mala elección de planos en los mismos. Porque que alguien me explique el porqué de decidir mostrar una muerte bastante gore aforada (Tapada) por puertas, o sombras irreales. Por cierto, la mascota, que es un oso, es un clásico del slasher ochentero, especialmente de la película Creando el terror, 1987.

Al menos en la segunda mitad de la cinta la acción se despierta un poco, que no mucho, y aunque las licencias son atroces consiguen desperezar, un poco, al espectador, el cual espera, de forma errónea, que la cinta despierte del todo, cosa que nunca ocurre. Ya que en el final tenemos mas gore y violencia explícita que no resulta convincente ni suficiente para dejarnos satisfechos, vamos un producto bastante fallido.

Joe Knee realiza un producto flojo muy cercano al cine underground aunque sin ninguna de sus virtudes, es mas quizá contenga todos sus defectos, especialmente el de conseguir ser distribuido internacionalmente sin merecerlo. Y si, una vez mas me pregunto que pasa con los distribuidores españoles que compran este tipo de productos cuando en el mismo año hay producciones mejores, y mucho. De todas formas este tipo de cine es del todo válido para una tarde perdida dentro de una maratón de cine cutre con amigos y cervezas, poco, muy poco, más.

Óscar Arias