Crítica- Kill them and eat them (2003)

“Underground canadiense deudor del yankee”

Segundo largometraje realizado y escrito por el canadiense Conall Pendergast, su primer trabajo fué Flesh freaks, aparte solo ha rodado cortometrajes underground salvajes también, ojalá tuviese alguna oportunidad, al menos los buenos de Brain damage están distribuyendo sus cintas. El elenco serán amigos o conocidos de Conall Pendergast ya que solamente Richard Archer ha participado en otras cintas canadienses, encima de diversos géneros.

El Dr. Gore huye de su trabajo para realizar unos experimentos genéticos junto a su ayudante Greg Tobias, están creando mutantes caníbales pero el Dr. Gore necesita algún rehén vivo, por lo que sus criaturas secuestran a Kellin. Pero al mismo tiempo Greg comienza a conspirar contra el Dr. Gore. Por si fuera poco unos detectives contratados por la antigua compañía del Doctor van en su búsqueda lo cual provocará un reguero de sangre mutante, hasta que Greg mute también y trate de asesinar al Dr. Gore. Pero este mutará también, de hecho hasta Kelly mutará, ambos lucharán contra Greg, pero ¿la humanidad estará a salvo?

Otro underground canadiense con muy pocos medios que bebe y muchísimo de Mal gusto, aunque no sea tan facil ser Peter Jackson, y del cine de Nathan Schiff, especialmente de Weasels rip my flesh, tenemos unos mutantes muy similares a los usados por Peter Jackson en Mal gusto pero mezclado con el que vemos en Weasels rip my flesh, además que el gore es muy del estilo de Schiff.

Algo de agradecer ya que si bien es muy cutre al menos las ideas y formas son mas que acertadas, de hecho los personajes de los detectives parecen sacados de cualquier gore de Schiff, y aunque los mutantes vayan caracterizados con caretas y guantes de monstruos resultan entretenidos con esos andares calcados a Mal gusto.

Además la incursión de los detectives y toda su interpretación ayuda bastante a la cinta ya que si las actuaciones son bastante cutres, algo normal por otra parte, el guión y los diversos gags hacen de esta cinta un divertimento puro, sin mas. Por ejemplo veremos a un mutante haciendo la compra en un supermercado (¿?).

Es que es muy cutre, puro cine underground yankee aunque provenga de Canadá. Encima tiene efectos digitales, bueno realmente meten cortinillas con sangre o con una especie de virus que quedan bastante bien, y hasta unos rayos le salen a Greg de los ojos. Impagable.

Encima tenemos grandes cantidades de gore, muchos litros han sido gastados en esta “producción”. Vemos a los mutantes mutilar y asesinar de forma brutas, no ultragore ojo, de hecho hay pocos planos directamente gore, son mas bien salpicones, para haceros una idea. O a los detectives matar a varios mutantes, o la parte final que es donde mas gasto de sangre realizan, como era de esperar.

Vamos un producto underground bastante tìpico, pero de los entretenidos y sangrientos. Encima después de la vorágine final tendremos el letrero de una futura continuación, The return of Dr. Gore. Haber si es cierto, ya que yo si la quiero ver.

Underground canadiense deudor del yankee, especialmente del tipo de Nathan Schiff. La película es mala y tiene pocas calidades técnicas pero a mi este tipo de productos me entretienen sobremanera, quizá por su falta de pretensiones o por su mala leche tan indiscriminada, no sabría decir.

Evidentemente este tipo de cine es para un público muy minoritario, asi que si es vuestro caso echadle un ojo a esta, sino huid de ella como de la peste, claro está, porque aunque tenga muchas similitudes con Mal gusto no es tan fácil ser Peter Jackson.

Óscar Arias