Crítica- La muerte ataca en Nueva York (1986)

“Floja explotacion ochentera, muchos desnudos y nada mas”

Tim Kincaid fue un director de serie B de los ochenta, que es recordado por los aficionados gracias a Robot holocaust, 1986, uno de esos bodrios indescriptibles que tanto nos gustan. Curiosamente el mismo año dirigió esta cinta que nos ocupa y después de rodar Mutant hunt y Brujería oculta en el año posterior se pasaría al circuito de cine porno gay donde realizó su carrera, pocos títulos aparte rodó. Aunque a nosotros nos legó suficiente basura, la cual guionizaba el mismo. Obviamente el elenco es bastante habitual de la crew de Kincaid, muchos participaron en Bad girls dormitory, 1986, o Mutant hunt, 1987. Podemos destacar a Lance Lewman, visto en la reciente Hit and run, 2009, a Matt Miller y Frances Raines, vistos en El mutilador, 1984, a LeeAnne Barker, [Necrópolis, 1987], o a Amy Bretano, [Blood sisters, 1987].

De repente en Manhattan comienzan a sucederse brutales violaciones y siempre a cargo de gentes de lo más normales que al parecer mutan en deformes criaturas. Así el Detective Dale Andriotti junto a la Dr. Gamble Pace comenzarán a investigar y descubrirán a unos extraños seres alienígenas que tratan de aparearse con hembras humanas para crear un ser que pueda dominar la Tierra, por lo que tendrán que buscar su refugio y acabar con él.

Floja Serie B ochentera donde destacan, de una forma apabullante, los continuos desnudos por parte del elenco femenino. La historia es bastante cutre, además de no dejar de ser una especie de explotación de Humanoides del abismo, 1980, pero en cutre, demasiado cutre. Mostrar tetas constantemente y algunos momentos gore, bastantes, algunos de ellos realmente sorprendentes, no es suficiente. Los continuos fallos de raccord y continuidad, una fotografía pobrísima, una banda sonora y dirección artística inexistente, nos dejan una cinta mala, aunque, curiosamente, tiene ese estilo ochentero de Serie B que la llega a hacerse entretenida. Además de tener el mayor acierto del cine Underground, al cual se acerca bastante, y es su escasa duración, poco mas de 73 minutos, aunque en su escasa duración tenemos algún momento demasiado tedioso.

Si tenemos que hablar de actores no encontramos a ninguno, solo el bueno de Matt Miller parece tratar de hacer algo con su flojísimo papel. Al menos tendrá la muerte mas violenta, y al ser la primera muerte gráfica nos deja el listón muy alto, lástima, no se muy bien el porqué, Kincaid decide bajar el nivel del gore, siendo este, justamente, el mas satisfactorio de todo el metraje.

Apuntar que los actores protagonistas realizan actuaciones pésimas, no vale que los perfiles sean flojos, que lo son, siempre creo que un actor, ni bueno ni malo solo un actor, debe intentar hacer algo con sus personajes.

La caracterización de las criaturas es muy floja, recuerdan a la citada Humanoides del abismo, pero hasta más cutres, si más cutres. Además Kincaid opta por la absurda manía de mostrarlos en escenas o planos demasiado oscuros, unidos esto a su floja dirección nos deja con ganas de mucho mas. Al menos tenemos grandes momentos de gore, increíble la muerte de Ted, Mat Miller, como ya cité previamente, muy bien realizada y rodada, lástima que el nivel caiga. Ya que aunque seguimos teniendo interesante gore, la calidad es muy inferior, algo que no comprendo, porque es mejor mostrar mas gore de nivel medio que no una gran escena y veinte cutres, ¿no?.

Es curioso observar la cantidad de desnudos totalmente gratuitos que se nos muestran, durante la pobre trama Kincaid se las ingenia para mostrar a todas las actrices del elenco, a excepción de la protagonista, Teresa Farley, desnudas. Desnudos integrales aunque frontalmente solo se muestren los pechos, algo que se agradece pero en los momentos de violaciones de los mutantes de turno no se aprovechan ni los desnudos, ni la tensión sexual, ni absolutamente nada. Vamos que deja constantemente al espectador con ganas de mas, bastante mas.

Para colmo la resolución de la “trama” es bastante calamitosa, aparte de bastante difícil de explicar debido a lo absurda de la misma. Eso si, el “nido” donde vemos a todas las mujeres, que parece estar lleno de esperma, resulta curioso, lástima de su flojo final. Y ni que decir del “mad doctor” del final…buff, que lástima.

Una de esas cutradas de los ochenta que tiene elementos entretenidos, y poco más. Lo que si resulta curioso es que rodasen un remake en 1997 dirigido por Paul Matthews, que al parecer es todavía peor que esta cinta ya que se toma mucho mas en serio, otro de los grandes errores de muchas producciones de Serie B de los ochenta y noventa. Esta para ser una explotación de Humanoides del abismo al menos se deja ver, que no es poco, eso sí, que nadie se espere absolutamente nada mas que desnudos y momentos gore repartidos durante el metraje, el resto sobra.

Óscar Arias