Crítica- Los invasores del oro perdido (1982)

“Vendida como cintas de caníbales cuando NO LO ES”

Dirigida y escrita por Alan Birkinshaw, quien tambièn ha dirigido los remakes de las cintas de Roger Corman sobre Poe, La màscara de la muerte roja o La mansiòn de los Usher. Contando con un gran elenco encabezado por Stuart Whitman, Ruby, Macabra; la mano del diablo o Sandman, o Edmund Purdom, No abrir hasta navidad o Mil gritos tiene la noche, o Glynis Barber, El perro de los baskerville o Al borde de la locura, o la mìtica Laura Gemser, que es un reclamo, o Woody Strode.

Rex Larson trata de organizar una expediciòn a Filipinas en busca de un oro que soldados japoneses de la II Guerra Mundial dejaron escondido en unas cuevas rodeadas de canìbales. Le acompañarà uno de los tres soldados sobrevivientes, Mark Forrest como guìa, con el que Rex tiene una malìsima relaciòn, y sus ayudantes y Douglas Jefferson al que le acompaña su hija Janice, que se enamorarà de Mark, y varios ayudantes. Pero la bùsqueda serà mas peligrosa de lo que creìan y no por los canìbales sino por las trampas que la propia selva les iràn poniendo e irà acabando con toda la expediciòn.

Floja cinta de aventuras vendida como si de canìbales se tratase aprovechàndo el tiròn del nuevo subgènero de canìbales selvàticos surgido a raiz de El paìs del sexo salvaje o Mundo canibal, mundo salvaje, siendo esto totalmente falso. Ya que ssolo aparecen canìbales al comienzo de la pelìcula en una batalla, que es lo mejor de toda la cinta, contra los soldados japoneses donde vemos decapitaciones y muchas muertes aunque nada violentas, y es que aunque vemos alguna muerte son todas muy light y no tienen nada que ver con el nuevo subgènero, una pena.

La historia es tìpica de las cintas de aventuras, con todos sus tòpicos pero rodada de forma plana y sin demasiado sentido, ademàs vemos a varios actores vagar por la cinta hasta que les toca el turno de su muerte.

Y es que no tenemos NADA de canibalismo, esto me carcome, y solo un destape, a cargo de Laura Gemser como no podìa ser de otra manera. Nada de violencia con animales, solo algunas secuencias donde vemos a animales atacar a personas, pero sin estar en primer plano tampoco y es que el gore no se muestra.

De hecho hay poquita sangre que es otro punto en su contra, y otra de las razones por las que esta cinta es tan poco apreciada. Poque si la venden como un producto que no es lo mìnimo que puede pasar es que se la critique de forma muy dura.

Porque es una cinta que valdrìa para la sobremesa del fin de semana y no aporta nada al subgènero de canìbales donde hay alguien que la quiere meter, lo que no se es porquè y me gustarìa que alguien me lo explicase.
Ademas toda la trama y su final es tan clàsico de las cintas de aventuras que no es ni merecedor de comentarlo.

Cinta de aventuras en la selva, con alguna muerte en plan cutre y poco que ver con el gènero de canìbales. Aùn asi lo subirè al especial para avisar desde este humilde blog que esto es un engaño y que ya son demasiados a los que nos tienen acostumbrados los distribuidores y productores pero que no nos tragamos todo porque si, que ya està bien.

Óscar Arias