Reseña Bolsilibro- La leyenda de Aimee (1987)

“Con un comienzo asombroso, tenemos esta novela tramposa pero deliciosa”

“La leyenda de Aimee” es el quinto ejemplar de la colección de bolsilibros de terror llamada “Escalofríos de terror” que editó la Editorial Olimpic, propiedad del autor Ralhp barby, el cual se encargó de escribir todas las novelas que componen esta colección. Aunque, en realidad, la autoría corresponde al autor y a su mujer, ya que ambos compartían pseudónimo, tanto en esta colección como en otras en las que trabajaron.

Lo más sorprendente de esta novela es su apertura. Ya que empieza por todo lo alto. Un intento de violación y un asesinato narrado con un dinamismo y violencia realmente llamativo. Y es que un común denominador de estas novelas es este dinamismo en la narrativa, aunque aquí barby estuvo del todo acertado.

Cabe destacar que la, impactante, portada de esta novela se centra en este primer capítulo de la novelita, dato a destacar. Y es que muchas de las portadas que podemos disfrutar en este tipo de novelas son infinitamente superiores a las que podemos ver en las novelas en la actualidad, opinión personal y del todo objetiva.

La historia se sitúa en la Inglaterra de principios de siglo, donde una niña, Aimee, sufre un shock al ver la citada muerte, sin que nadie sepa lo referente a la violación de la que casi es víctima. Tiempo más tarde llega a la casa llega un nuevo profesor de música de la muchacha, y la investigación del asesinato prosigue por la mismísima Scotland Yard. Pero pronto comenzarán a sucederse nuevos misterios. Como el “accidente” de un médium llevado por la policía, momento totalmente tramposo pero muy bien tratado por Barby, una violación múltiple, la cual está de relleno pero al estar narrada con tanta fuerza es de agradecer que forme parte de esta gran novelita, o varios asesinatos, narrados, nuevamente, de una forma dinámica, rápida y ciertamente eficaz.

Así en la escasa duración de la novela, las clásicas 96 páginas de todos los volúmenes de la colección, el autor consigue meternos de lleno en la trama, la cual sufre un tremendo in crescendo, aún conteniendo alguna licencia algo descabellada. Algo que debemos perdonar al autor, el cual escribió en la época una cantidad ingente de novelas cortas, para nuestro deleite, por cierto.

Acerca del final solo decir que es realmente sorprende. No por el final en sí, el cual es bastante tramposo, me repito, sino por la forma en que se nos narra. Así tendremos elementos fantasmales, algo de terror gótico, investigaciones “paranormales” y un final, que no por conocido, que lo es, deja de ser del todo satisfactorio, como también es. En definitiva, estamos ante otra gran novela de la más que recomendable colección de novelas de los ochenta “Escalofríos de terror” que merece ser rescatada del olvido. Un par de horas de pura diversión para el amante del terror.