Crítica- Los tres cerditos (2014)

“Revisión del cuento clásico en versión thriller vengativo que se queda en tierra de nadie”

La cadena española de televisión Antena 3, fijándose en el éxito de la serie “Once upon a time” de la ABC, decidió realizar una serie similar en España,  “Cuéntame un cuento”, basándose en los clásicos cuentos populares pero bajo un prisma distinto, más oscuro y cercano a la realidad actual. Esta serie está producida por Eyeworks Cuatro Cabezas para Atresmedia y de momento solo se han rodado cinco capítulos, “Blancanieves”, “Caperucita”, “Hansel y Gretel”, “La bella y la bestia”, y este que nos ocupa, “Los tres cerditos”. Siendo todo ellos telefilms de unos 80 minutos de duración.

Este “Los tres cerditos” está dirigido por Miguel Ángel Vivas, responsable de “Reflejos” en 2008 o “Secuestrados” en 2010, quien también participa en la creación del guión junto a Carlos Ruano y Jaime Vaca. Cuenta con un elenco reconocible para la gran audiencia, con rostros habituales de la televisión, así vemos a Víctor Clavijo, Elena Ballesteros, Arturo Valls, Antonio Gil, Iñaki Font o Luis Zahera, entre otros.

Es destacable la gran campaña publicitaria que ha realizado la cadena con esta mini serie. Algo que ha atraído a mucho público, así esta primera entrega cosechó un buen dato de audiencia, aunque no fuese lo más visto el día de su estreno, algo que, seguramente, buscaba la cadena.

Y es que sigue habiendo en España muchos prejuicios con el cine, o mini series, españolas. Se tiende a prejuzgar y a calificar de partida como bodrio todo el producto nacional, craso error.

Así lo que más me ha sorprendido de las críticas que he leído sobre este título son los palos que se lleva Arturo Valls, presentador y cómico que tiene un San Benito que difícilmente se podrá quitar. Y qué queréis que os diga, no desentonó en su interpretación, no realiza una gran actuación, como ninguno de sus compañeros, por cierto, pero no desentona en absoluto, ya está bien de prejuzgar, que a los actores extranjeros no les encasillamos, pero a los patrios, a tod@s.

Dicho esto, he de decir que este capítulo, más bien película, no acabó de gustarme. Eso que, que fuese Miguel Ángel Vivas, quien comentó que tuvo total libertad en este proyecto, su responsable, me cargó de esperanzas en ver un gran producto. Pero creo que adolece de un guión mucho más compacto y empacado, así tenemos momentos algo increíbles y saltos en la trama que dejan bastante sorprendido al espectador. Amén de algunas de las decisiones de los personajes, las cuales tienen su miga. La secuencia donde Ramiro acepta ayudar a Andrés es muy hollywoodiense, y no queda demasiado bien, está todo el diálogo muy forzado. Lo mismo pasa con otros elementos de la historia, los cuales quedan cojos, no sé si por la duración establecida de la película o por el planteamiento de la misma, pero hay cosas que sobran y otras que se echan en falta.

Por otra parte, me sorprendió, y no gratamente, el tratamiento de la imagen. Entiendo que estemos ante una especie de fábula, y se pretenda mostrar una imagen algo fantasiosa, pero esta nueva moda de fondos rotos por saturación de luz no me acaba de agradar. Cierto que esto es un cuento, pero lo de escenas “oníricas” chirria demasiado. Así, si bien la película tiene en todo su metraje el mismo tratamiento, que está muy bien elaborado, este no acabó de convencerme.

Igualmente el montaje pudo haber sido algo más dinámico, especialmente en los momentos de acción, donde parece como que le falta un pequeño empujón al asunto. Y no, no puedo dejar de apuntar los diversos fallos, clamorosos, de racord. Algunos de ellos del todo imperdonables. Un tatuaje que cambia de lado en el cuello, un cojín debajo de una actriz que se ve claramente, y no quiero seguir. Además de algún que otro salto de eje que no deja en buen lugar la grabación. Una pena, ya que estos matices dan fuerza a los detractores del cine español, que son demasiados, lamentablemente.

Sobre el elenco comentar que ninguno de los actores brilla en exceso y ninguno desentona, aunque el perfil, y actuación, de Luis Zahera como Ramiro me resultó muy forzada y fuera de lugar en demasiados momentos. Parece que estuviese en otro largometraje en vez de en este “Los tres cerditos”. La secuencia del perro es increíble, y lo es debido a la gran diferencia entre personajes y el cómo se nos cuenta ese, “importante” matiz. Siendo esta secuencia muy interesante en su planteamiento.

Sí me gustó, y mucho, el tratamiento de la historia en sí. Si bien el guión pudo dar más de sí, el tratamiento y actualización de la historia me pareció brillante. La incursión del narrador es un acierto enorme, y Miguel Ángel Vivas sabe colocarlo en los momentos adecuados, realzando así el tono de cuento del producto. Lástima que quede ahí, sin más.

El tramo final está plagado de trampas, quizá demasiadas para el espectador. El momento camisa- perros es algo carcajeable. Aunque la confrontación entre los ladrones y el novio vengativo, de primeras, es ciertamente intensa. Lástima que la resolución de todo el asunto sea tan descafeinado, y es que la lucha entre Andrés y Tano es algo pobre, no tiene fuerza, y su montaje es algo flojo. Algo similar pasa con el puro final, con una moralina distinta a la del cuento clásico, ”Ni fueron felices ni comieron perdices”, un gran acierto, lástima del cómo se nos cuenta. Ya que las formas son algo forzadas. De hecho en muchos momentos me vinieron a la cabeza otros títulos de venganza, especialmente la española “La caja 507”, la cual me parece muy superior a esta, y título a reivindicar desde siempre.

Eso sí, creo que este primer capítulo de “Cuéntame un cuento” hará que el público espere su  siguiente entrega con ganas. Aunque cada capítulo cuenta con un director distinto. Y, en definitiva, si bien no es un gran producto, no se hace en absoluto pesado. De hecho es del todo disfrutable, ahora solo nos queda esperar “Welcome to harmony”, el nuevo, y muy esperado, proyecto de Miguel Ángel Vivas. Esta cumple y poquito más.

Óscar Arias