Crítica- Manticore (2005)

“Telefim con monstruo realizado por ordenador, imaginaos”

El actor, director, editor y productor Tripp Reed dirige este telefilme que mezcla el cine bélico con una criatura antigua, bajo guión de John Werner, responsable también del guión de Pumpkinhead 3. Reed solo ha participado en trabajos televisivos y centrados en el cine de acción, de hecho esta su primera incursión en el cine de género se centra dentro del marco del cine bélico.

El elenco es reconocible, así vemos a Heather Donahue, siempre recordada por su papel en El proyecto de la bruja de Blair, 1999, aunque también ha participado en The morgue , 2008, a Robert Beltran, [La noche del cometa, 1984], a Chase Masterson, [Infierno blanco, 1999], a Faran Tahir, [Iron Man, 2008], a A.J. Buckley, [Silent warnings, 2003], o al habitual Jeff Fahey, recordado especialmente por su papel en Cuerpo maldito, 1991, aunque también le hemos visto por Psicosis 3, 1986, El cortador de césped, 1992, o en Maniacts, 2001.

Las tropas norteamericanas destinadas en Irak están buscando las armas de destrucción masiva, al mismo tiempo el grupo del Sargento Tony Baxter ha tratado de proteger los monumentos del museo de Irak, pero una extraña piedra a desaparecido. Esta ha caído en manos de un insurgente que quiere devolver a su pueblo su antiguo poder mediante dos Manticore, animales mitológicos, siendo estas las reales armas de destrucción masiva, por lo que la reportera Ashley Pierce va a investigar. Pero el grupo del Sargento Tony Baxter es enviado a su rescate, allí deberán luchar contra los terribles Manticore, y las trampas de un insurgente.

Estamos ante otro telefilme distribuido por el canal de Tv Scifi channel, por lo que a grandes rasgos ya podemos presuponer lo que nos vamos a encontrar. De hecho nos encontramos justamente lo que cabría esperar, un producto de bajo presupuesto con mas intenciones que buenas formas, sobreactuaciones de actores venidos a menos pero que siguen dando mucha guerra dentro del mundillo de los telefilme, calidades justitas, y un monstruito creado por ordenador, que quizá debió aparecer mas y menos fugazmente.

Me sorprendió la base argumental, lo de decir que las armas de destrucción masiva iraquíes son estos monstruos me pareció un gran acierto, lástima que no estuviese explotado de la forma correcta. La decisión de mostrar militares tan diferentes entre si es demasiado “americano” para mi gusto, porque el perfil que se nos muestra del Sargento Baxter es totalmente humano, poco creíble para tratarse de un militar. Creando su contrapunto en su superior Kramer, de hecho tiene también tiene algunos altercados dentro de su propio pelotón, pero, lamentablemente, no están bien explotados por parte de Reed.

Porque todos los perfiles son algo forzados, tenemos a la clásica reportera metomentodo y su fiel cámara, los distintos soldados cumplen su función y representan a un tipo determinado de persona de la sociedad americana, muy curioso que el negro sea el que grabe todo, el mas romántico, ya que suelen darle otro tipo de perfiles, me pareció un buen acierto.

El Manticore está creado por ordenador, ciertamente canta mucho con respecto a la imagen real y durante la primera hora en los pocos momentos donde aparece en pantalla lo hace de una forma excesivamente fugaz, así no podemos disfrutarlos casi hasta el tramo final donde, por fin, se nos mostrará mas detenidamente. Y es aquí donde entendemos el porqué de lo rápido de sus apariciones, su diseño es interesante pero se nota en exceso el ordenador, al menos tiene algunos ataques bastante violentos y hasta gore, aunque me hubiese gustado mas violencia y sangre, ya que hubiese subido enteros a esta producción.

Quiero romper una lanza en favor de Heather Donahue, vilipendiada desde El proyecto de la bruja de Blair, hay que decir que es una actriz aceptable, no es maravillosa, ni mucho menos, pero cumple, porque el prejuzgarla por norma me parece un error absurdo, aunque bueno, a la mayoría de actores españoles también les pasa lo mismo en nuestras tierras, del todo incomprensible.

El final me resultó excesivamente estirado, parece que hay que llegar al “happy end” como sea, y si puede haber diversas sorpresas mejor, aunque algunas de ellas sean del todo fantasiosas. Increíble la destrucción de la ciudad y que nadie muera, aunque he de reconocer que la resolución final tiene su interés, es del todo clásico pero cumple, que demonios.

Otro telefilme menor que supone un entretenimiento justito para un mediodía triste, poco mas. La falta de presupuesto no ayuda en absoluto a esta producción que trata de mostrar o crear algo que le queda muy gordo, además Reed no es capaz de crear un producto dinámico y los continuos altibajos y situaciones forzadas resultan algo absurdas. De todas formas siempre es gratificante seguir encontrando telefims de género, aunque en los últimos tiempos se traten de mezclar con otros género y los resultados sean algo mediocres.

Óscar Arias